Renfe ha puesto en marcha la digitalización de los sistemas de seguridad de las estaciones de Cercanías del núcleo de Santander para «recopilar y procesar de forma anónima y automatizada miles de datos» a través del sistema CCTV de cada estación e integrarlos en un cuadro de mando único.
El objetivo de esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto de más de 31 millones de euros financiados con fondos europeos, es «mejorar la seguridad y la experiencia del cliente», desde el cumplimiento estricto de la normativa de protección de datos, según asegura la compañía ferroviaria, que va a sustituir más de 5.000 cámaras de seguridad analógicas.
En un comunicado indica que este 2022 está previsto que la mejora se implante en doce estaciones de las líneas Santander-Cabezón y Santander-Liérganes.
En concreto, en las de Santander, Valdecilla-La Marga, Bezana, Torrelavega, Puente San Miguel, Cabezón de la Sal, Valle Real, Maliaño, Astillero, La Cantábrica, Solares, y Liérganes. Y en 2023 se habilitará en el resto de las estaciones de estas líneas y de la de Santander-Reinosa.
El nuevo sistema permitirá a la seguridad de la compañía «tomar mejores decisiones», gracias al cuadro de mando integrado con datos en tiempo real. Y es que «se podrá conocer lo que está pasando en las estaciones de Renfe Cercanías en tiempo real».
Renfe pone como ejemplo que, mediante el análisis de la afluencia y en caso de que sea necesario, se podrá dirigir más personal a las estaciones que lo necesiten en cada momento.
También se podrán detectar, de manera automatizada, incidentes relacionados con la seguridad como caídas de personas y objetos a las vías, incendios, actos vandálicos o el fraude en el acceso a los servicios.